Mientras en la capital de la república se bate récord en
cuanto a la asistencia del público a la feria del libro, y lo más importante,
con una gama de 385 actividades programadas por los organizadores; en la ciudad
de Tarapoto simplemente se improvisa y se disminuye el significado de la VI
Feria del Libro, en complicidad de las autoridades municipales encabezada por
el Alcalde Walter Grundel Jiménez.
Por otro lado, la cabezonería de los regidores por realizar la
VI Feria del Libro de todas maneras sólo nos llevará al retraso alimentando una
mirada errática pensando que la cultura es sólo para los “artistas”. La actitud
de las autoridades solo demuestra un pensamiento mezquino y miserable con la población tarapotina. ¿Qué
papel juega en todo esto la Comisión de Cultura encabezada por el regidor Luis
Córdova Calle?
Hasta cuándo vamos a permitir que se realicen actividades
culturales sólo de relleno: por ejemplo dentro de la programación del
aniversario de Tarapoto. Si bien es cierto, desarrollar la feria del libro es
de suma importancia para para promover el hábito de la lectura, de la reflexión
y del amor a las distintas manifestaciones culturales pero no es suficiente.
Lo que se necesita son
políticas culturales que promuevan el rescate y la puesta en valor nuestras
costumbres para que las futuras generaciones conozcan y amen lo nuestro. De
allí la necesidad de elaborar el Plan Provincial de Cultura, herramienta que
permitirá tener un norte en cuanto a la promoción y el desarrollo cultural de
la provincia. No sin antes realizar un diagnóstico participativo con todos los
actores involucrados, es decir los ciudadanos.
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