La Policía Nacional del Perú
(PNP), como institución es una de las más cuestionadas y desaprobadas por la
población. Se ganó la desconfianza y rechazo porque muchos efectivos policiales
están involucrados en actos de corrupción, y la mayoría de veces son ellos quienes
promueven estos actos. Pero no sólo eso, sino que el comportamiento irrespetuoso y violeto al
momento de una intervención de algunos efectivos contribuyen al rechazo de la
población.
En San Martín, en las últimas
semanas se están realizando operativos policiales con el fin de hacer cumplir
el uso obligatorio de casco por parte de las y los conductores de motos
lineales. Hasta ahí no hay ningún problema si no fuera por la intervención
violenta, irrespetuosa y hasta delincuencial de algunos malos efectivos
policiales, que lo único que buscan es llenarse los bolsillos utilizando el
uniforme de una institución que cada día
se aleja más de la población. ¿Quién podrá parar a estos malos policías que
dañan el trabajo de aquellos que tratan de dejar en alto el nombre de la PNP?
Hace algunos días conversando con
unos amigos y amigas acerca de los
operativos que realiza la policía,
muchos de ellos se refería de la manera más despectivas que había escuchado
en mi vida, y es que todos coincidían en que en más de una oportunidad habían
sido víctimas de maltrato y abuso durante una intervención policial. Y lo más
indignante que relataban fue que en muchas oportunidades los efectivos
policiales pretendían incriminarlos con una falta que nunca habían cometido con
el único fin de sacarles dinero a cambio de librarlos de la supuesta falta o
crimen.
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