miércoles, 29 de enero de 2014

La prostitución de las organizaciones políticas

La campaña electoral de las organizaciones políticas cada día se da con más fuerza. Algunas ya definieron quién será su candidato en estas contiendas  y otros aún están en competencia interna. Ya no sorprende ver cómo en algunos partidos y movimientos políticos se designan al dedazo a sus candidatos, tampoco sorprende ver la forma tan infame y violenta de hacer política de algún pre candidato junto a sus seguidores. En realidad esto no debería sorprendernos ya que en toda campaña siempre han hecho gala de sus “dotes” delincuenciales en algunos casos. Por su puesto que no debería ser así.

En esta contienda electoral podemos ver de todo. A las organizaciones políticas, es decir, partidos políticos nacionales y movimientos políticos regionales no les la calidad profesional del aspirante, menos la catadura ética y moral y otras actitudes personales que puedan garantizar una competencia alturada. De igual manera con los que intentan ser candidatos, a ellos menos les importa a qué organización representarían, no les interesa la ideología y muchos menos el pensamiento político de la organización. Es decir, es una especie de relación simbiótica y en algún caso parasitario.

Cómo confiar en estas organizaciones políticas, y más aún en los candidatos que saldrán oficialmente en los próximos días, cómo saber si en algún momento no traicionarán a las organizaciones a la cual representan. Cómo creer en los compromisos que asuman durante la campaña, aunque este último ya no debería sorprendernos, sin embargo ello no significa que debamos acostumbrarnos y pensar que así debe ser. Hay muchas preguntas que podríamos hacernos y quizás las respuestas no serían las esperadas como para poder dar un voto de confianza a quienes pretenden representarnos en las diferentes instancias de poder.
Felizmente en la mayoría de los casos aún estamos en las elecciones internas, sin embargo no hay mucha diferencia entre cada candidato a menos que aparezca alguien con mejores actitudes personales y políticas. Lo único que nos queda es prepararnos para afrontar la difícil tarea de elegir, lamentablemente así como está el panorama político regional nos vamos a ver en la obligación de votar por el mal menor. Y si realmente queremos cambiar esta triste realidad por decir lo menos, entonces debemos asumir el compromiso por educarnos más, informarnos más y saber que como ciudadanos también tenemos responsabilidad con el progreso o retroceso de nuestra sociedad. 

Finalmente, lo que vemos en la política regional es la prostitución de las organizaciones políticas y de los aspirantes a candidatos. Cado uno por su lado espera al mejor cliente, no importa quién seas o de dónde vengas, y mucho menos si es un delincuente o un simple parroquiano, lo que importa es cuánto dinero tengas y si podrás pagar por el servicio ofrecido. Una vez servido, cada uno a su casa y al día siguiente nadie se conoce. ¿Señores ciudadanas y ciudadanos de San Martín, vamos a seguir permitiendo que ello ocurra cada vez que llegan las elecciones? 

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