martes, 16 de febrero de 2016

Alarmante contaminación ambiental

Hace algunas semanas ha ocurrido un hecho lamentable para la naturaleza y para la población asentada en la zona. Me refiero al derrame de petróleo en el río Marañón de la selva del país. Según información que empezó a circular en las redes sociales, el 25 de enero se produjo una fuga de crudo de petróleo en el oleoducto de Petroperú, que ha generado uno de los desastres ecológicos más graves en los últimos años.
Puntualmente el hecho ocurrió en el kilómetro 441 de la conexión del río Chiriaco, en Villa Hermosa, distrito de Imaza, en Bagua, provincia de Amazonas. Según los informes de prensa, fueron aproximadamente 2 mil barriles de petróleo que se derramaron y esparcieron con la lluvia hasta llegar al río Marañón. El hecho ocurrió a fines de enero. Lamentablemente los medios nacionales recién a mediados de este mes se preocuparon por el tema y empezaron a informar.
La agenda nacional no está interesada en estos casos que a todas luces afecta terriblemente a la naturaleza a la población de esta zona. La discusión de los candidatos presidenciales no incluye los temas ambientales, mucho menos a la población afectada por la contaminación que generan las empresas extractivas, sean públicas o privadas.
Otro desastre igual de preocupante es el segundo derrame ocurrido en la zona de Morona, provincia del Datem del Marañón, región Loreto. En este caso los perjudicados son aproximadamente 3 mil 500 personas pertenecientes a 10 comunidades. Estos dos casos de contaminación afecta no solo a la población, sino también a las actividades agrícolas y a las quebradas o ríos de la zona. Se calcula que entre los dos derrames habría aproximadamente 8 mil afectados.
¿Pero qué ha pasado realmente para que ocurra el derrame del crudo de petróleo?
Hasta el momento existen dos versiones: el presidente del directorio de Petroperú Germán Velásquez, ha salido a decir que ambos derrames habrían sido por causas ajenas a la empresa estatal. Sin embargo, frente a esta versión salió a desmentirlo el ministro del Ambiente, Manuel Pulgar Vidal, quien dijo que “Petroperú no completó el plan de adecuación que lo obligaba a instalar monitorios inteligentes dentro de los ductos con el objetivo de identificar cualquier daño potencial en sus estructuras”.
Lo más indignante es que han contratado a la población para recoger el petróleo, es decir, que personas sin conocimiento están exponiendo gravemente su salud. Según las propias versiones de pobladores de la zona, Petroperú “ha ofrecido 10 soles por cada balde de crudo recogido en la zona derramada, ocasionando que los ciudadanos, incluyendo menores de edad se involucren en este peligroso recojo.
Según el ministro del ambiente Pulgar Vidal, “la sanción a los responsables es igual de necesaria para evitar futuros desastres”. Este tipo de atentados en contra de la naturaleza no debería repetirse jamás. Finalmente, ¿Hasta cuándo nuestros gobernantes van a ser indiferentes frente a estos hechos que atentan contra la naturaleza y la población? ¿Será un tema de debate entre las y los candidatos a la presidencia de la república estando a pocas semanas para las elecciones?

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