Indignante. La actitud agresiva
que mostraron recientemente en Arequipa los miembros del entorno más cercano de
Keiko Fujimori contra algunas personas que se manifestaban en contra de la
candidata presidencial, demuestra una vez más la verdadera cara del fujimorismo
autoritario y salvaje. Lo que ocurrió los pinta de cuerpo entero y pone en
evidencia que no han cambiado nada en comparación a los años 90 tal como
pretender hacernos creer.
En un vídeo que fue difundido en
los medios de prensa y a través de las redes sociales, se observa al congresista
y secretario general de Fuerza Popular, Joaquín Ramírez, que insulta y persigue
a uno de los manifestantes con intención de agredirle. De igual manera, en el
mismo vídeo, se puede notar a la secretaria de organización y la mujer de
confianza de la aspirante a la presidencia de la República, Ana Hertz Vega,
quien a gritos intenta callar a los manifestantes.
Un punto que quizá
pase desapercibido en estos hechos de violencia es la idea de generar temor
calificando a los manifestantes de “terroristas y senderistas”, una actitud que
debería preocupar a los entes electorales y abrir investigación. Esto puede ser
la justificación de los fujimoristas para agredir a quienes no compartan sus
formas de hacer política.
Frente a estos
hechos de violencia, Keiko Fujimori salió a justificar los actos y dijo que “no
es agresión, lo que ocurrió fue una defensa”. Algo que debería preocuparnos a
quienes no comulgamos con el fujimorismo a la población en general y sobre todo
a las autoridades es el mensaje que lanza la candidata presidencial:
“La militancia, los simpatizantes y los dirigentes de Fuerza
Popular tienen
derecho a defender nuestras ideas y nuestro partido. Lo que vemos en el video no es
agresión, ha ocurrido una defensa”, es decir, para lo que se les viene a
quienes no están de acuerdo con ellos puede ser peor. No hay duda que este
fujimorismo no ha cambiado nada.
Si durante la campaña son violentos y justifican estos actos
deplorables, no quiero imaginar cómo serán de llegar al poder. Algo que no
debemos dejar de mencionar es que durante la agresión a los manifestantes,
también arremetieron contra un periodista que registraba los hechos, acto que
debería preocuparnos más, teniendo en cuenta los antecedentes del fujimorismo y
la gente que aún tiene cerca a Keiko Fujimori.
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