El número de mujeres violentadas física y psicológicamente
sigue en aumento. De igual manera la violencia sexual. Y lo más indignante,
cada día siguen muriendo más mujeres víctimas de feminicidio, es decir,
asesinato de mujeres por parte de sus parejas, ex parejas y/o desconocidos.
Hace unos días los medios de comunicación de la capital informaron la muerte de
una estudiante universitaria de apenas 18 años. La chica fue degollada por no
dejarse violar. El autor de este horrendo crimen fue su ex enamorado.
Según cifras del Programa Nacional de Violencia Familiar y
Sexual del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, en lo que va del
año, se han reportado 99 casos de feminicidios en todo el país. ¿Cuántas
mujeres más tendrán que morir para que las autoridades tomen cartas en el
asunto? Y lo más importante, ¿qué estamos haciendo cada uno de nosotros para
frenar la violencia hacia las mujeres? ¿Será posible que entendamos de una vez
por todas que nadie tiene derecho a violentar a una mujer?
La violencia contra las mujeres se ha convertido en un
problema social y le corresponde al Estado legislar en función a ello. Y mientras
las autoridades y funcionarios no entiendan la dimensión del problema,
lamentablemente las cifras seguirán aumentando. En la región San Martín, las
mujeres no están libres de seguir sumando las estadísticas ya que según la
Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES 2012), se registró que 38.5 %
de mujeres fueron víctimas de violencia física, 62.3 % víctimas de violencia
psicológica y 10.4 % han sido víctimas de violencia sexual.
Lo que más preocupa es que
las cifras siguen incrementándose cada año. En Tarapoto, el Centro de
Emergencia Mujer (CEM) durante el presente año ha registrado 595, casos de
violencia hacia las mujeres. A nivel nacional, los casos de feminicidios
durante el presente año ya han superado al 2012, que registró 83 víctimas. Y de
enero a octubre de este año se han denunciado 122 casos tentativas de
feminicidio, así informó el Programa Nacional de Violencia Familiar y Sexual
del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.
Este problema que día a día convierte en víctimas a más
mujeres es una violación a los derechos humanos y el Estado peruano es cómplice
a través de leyes discriminatorias que no hacen otra cosa que contribuir a la
desigualdad por razón de género. Según la Organización de las Naciones Unidas
(ONU), la violencia contra las mujeres impide el avance en muchas áreas,
incluso la erradicación de la pobreza, la lucha contra el VIH/SIDA, la paz y la
seguridad. Asimismo señala que este problema sigue siendo una pandemia global.
Hasta un 70 % de mujeres sufren violencia en su vida.