Este 22 de marzo se celebra el
Día Mundial del Agua, cuyo enfoque es el
nexo entre el agua y la energía. Más que un día de celebraciones lo que
deberíamos hacer es reflexionar sobre el trabajo que vienen realizando las
instituciones públicas, privadas y la ciudadanía en su conjunto con el fin de
cuidar los recursos hídricos en la región. Sabemos muy bien que cada día este
recurso se va agotando y prueba de ello es el racionamiento abusivo que
nos impone EMAPA San Martín.
Sin duda, hace muchos años que ya
estamos sufriendo las consecuencias de la escasez de agua, sin embargo los años
van pasando y poco o nada se ha hecho para frenar este problema. Cualquier
ciudadano sin necesidad de ser experto puede darse cuenta que nos estamos
quedando sin este recurso. Basta con mirar los ríos, basta con esperar que
pasen algunas horas del día para sentir su ausencia y darnos cuenta de lo
importante que es contar con el acceso y la disponibilidad de agua, que por
cierto es un derecho fundamental.
Entonces, ¿deberíamos celebrar el
Día Mundial del Agua? si es así, ¿de qué tipo de celebración estamos hablando?
Es cierto que estas festividades son simbólicas con el fin de llamar a la
reflexión y todo lo demás. Pero ¿hasta cuándo va ser una celebración simbólica?
¿Realmente podemos reflexionar sólo con mensajes alusivos al tema? De nada
sirven todas estas acciones alusivas si no acompañamos con medidas concretas
que den solución al problema en el mediano y largo plazo. Pero estas acciones
concretas deben obedecer a planes y proyectos que sean medibles y permitan una
evaluación periódica de los resultados.
Y estas medidas no sólo deben ser
de papel sino que sean ejecutables, y para ello es importante que tanto las
autoridades y funcionarios competentes del sector público y privado sumen
esfuerzos y trabajen articuladamente junto a la población. De nada servirán
todos los planes, proyectos y esfuerzos si no involucramos a la población. No
nos olvidemos que los principales beneficiarios del servicio o recurso hídrico
somos los ciudadanos, y como tales tenemos el derecho se exigir por este
servicio pero también el deber de cuidar, de proteger y ser parte del problema y de la solución.
Como dije inicialmente, en este
año, el nexo será entre el agua y la energía, así lo estableció la Conferencia
Anual 2014 de ONU-Agua. Un tema muy trascendental que nos debe interesar por
tratarse de dos recursos importantísimos para la seguridad y supervivencia, sobre todo porque es la
Amazonía peruana la que cuenta con mayores recursos hídricos disponibles. Y
justamente estos recursos podrían ser utilizados para la generación de energía que tanto necesita el
mundo. Sin embargo no debemos olvidar que producir energía a partir de los
recursos hídricos podría ser catastrófico para el medio ambiente. Entonces, la
tarea es: estar al tanto y reflexionar con menos palabras y más acción.
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